Rumania y Bulgaria se unieron oficialmente al régimen sin visado el 1 de enero de 2025 Zona de Schengen. Esta expansión histórica permite viajar sin problemas en no menos de 29 países. La abolición de los controles fronterizos traerá enormes beneficios a millones de viajeros y empresas, y marca una nueva era en la cooperación europea.
Al unirse a la zona Schengen, Rumania y Bulgaria han dado un paso impresionante en su integración dentro del marco político y económico de la Unión Europea. Esta ampliación significa que los controles fronterizos terrestres con otros Estados miembros son cosa del pasado. Esto no es sólo una mejora práctica para los viajeros y el comercio, sino también un importante paso simbólico hacia una Europa unida.
La Zona Schengen, uno de los proyectos de integración europea más exitosos, comenzó en 1985 como una iniciativa intergubernamental entre cinco países de la UE: Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Desde entonces se ha convertido en el mayor zona de viaje sin visa del mundo para los europeos y lleva el nombre del pueblo luxemburgués donde se firmó el acuerdo en su momento.
El espacio Schengen
la área de Schengen Cubre más de 4 millones de kilómetros cuadrados y alberga a casi 420 millones de habitantes. Incluye 25 de los 27 estados miembros de la UE, junto con Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Con Croacia uniéndose a la zona en 2023 y ahora Rumania y Bulgaria, Schengen sigue siendo un símbolo de cooperación y unidad europeas.
Los países Schengen actuales son: Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, Nederland , Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza.
Un día de fiestas
La adhesión de Rumanía y Bulgaria se celebró el 1 de enero de 2025, un día marcado por ceremonias festivas y actos simbólicos. En Kulata, una ciudad fronteriza de Bulgaria, el primer ministro Dimitar Glavchev calificó el evento como un “momento histórico”. Se levantaron ceremonialmente barreras en cruces fronterizos clave, como Giurgiu-Russe y Nadlac-Csanadpalota, poniendo fin a los controles fronterizos y marcando el comienzo de una nueva era de conectividad fluida.
Beneficios y características de la zona Schengen.
El espacio Schengen desempeña un papel crucial en la promoción de la libre circulación. Permite a más de 400 millones de personas viajar dentro de la zona sin controles fronterizos, salvo casos excepcionales. Esta libertad está respaldada por el Código de Fronteras Schengen, que garantiza controles uniformes en las fronteras exteriores y criterios claros de seguridad.
Cada día, alrededor de 3,5 millones de personas cruzan las fronteras interiores para trabajar, estudiar o visitar a sus familiares. Se estima que cada año se realizan 1,25 millones de viajes dentro de la zona Schengen, lo que supone un importante impulso para el turismo, la cultura y la economía.
Beneficios económicos
El impacto económico de Schengen es significativo. Promueve el mercado interior de la UE, reduce los costes logísticos y reduce las barreras comerciales. Esta colaboración ha ayudado a la región a estimular el crecimiento económico y atraer inversiones internacionales.
Esta expansión ofrece oportunidades prometedoras para Rumanía y Bulgaria. Rumania, con sus pintorescos Cárpatos, castillos históricos y ciudades bulliciosas, se está volviendo cada vez más atractiva para turistas y empresas. Bulgaria, famosa por su costa del Mar Negro y su rico patrimonio cultural, está fortaleciendo su posición como atracción turística y centro logístico. La abolición de los controles fronterizos fortalece el comercio y hace que estos países sean más atractivos para los inversores.
El camino hacia la membresía
La adhesión de Rumanía y Bulgaria no estuvo exenta de obstáculos. Aunque ambos países ya cumplieron los criterios de Schengen en 2010, las preocupaciones políticas y los problemas migratorios en los países más ricos de la UE provocaron retrasos de más de una década. Austria desempeñó un papel clave en el bloqueo de la adhesión, pero levantó su veto en diciembre de 2024 tras intensas negociaciones.

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